Es curioso, pero en los últimos 20 años, la modernización de los sistemas de riego de los regadíos ha permitido reducir el consumo de agua en más de un 20%, creciendo la superficie utilizada y bajando el volumen de agua que utiliza.
Hoy en día, el regadío supone cerca del 15% de la superficie total cultivada. Asimismo, el regadío español compone casi un tercio de la superficie total irrigada en Europa.
El uso de sistemas de riego más eficientes, como puede ser el goteo que ya se utiliza en casi la mitad de la superficie cultivada, ayuda a reducir el consumo y lo podemos ver con cifras. Según el Instituto Nacional de Estadística, el sistema de riego por goteo, consume la mitad del consumo del riego por gravedad.
Otros sistema que nos puede ayudar a reducir el consumo de agua, es el sistema de riego por aspersión y automotriz, que puede sernos útil si no nos es posible instalar un sistema de goteo.
Cada cultivo es único, y requiere un riego específico para rendir al 100%. A la hora de realizar la instalación de un riego, hay que tener en cuenta muchos factores:
– El tipo de terreno y su disposición. El tipo de suelo del que disponemos influye en la forma en la que el agua lo atraviesa, en el caso de tener un suelo que absorba el agua muy lentamente, hemos de realizar un riego más lento, para que el agua logre avanzar por él y filtrarse correctamente. La disposición del terreno, ya que en ocasiones existen desniveles en el mismo, puede influir y mucho en el reparto del agua, pudiendo dejar algunos de nuestros arboles sin esta.
– El marco de plantación. La distancia a la que tenemos nuestros arboles influye en el crecimiento de sus raíces. Cuanto más alejados estén, más terreno tienen para expandir sus raíces y absorber mayor cantidad de agua, por lo que aumenta su capacidad de absorción y reduce la cantidad de agua que se pueda necesitar en el riego.
– Temperatura media de la zona. En zonas calurosas, la necesidad de agua aumenta, ya sea por propia necesidad del cultivo, o la mayor evaporación de agua del terreno que se produce. Por lo que será necesario aumentar o la cantidad de agua en cada riego, o la regularidad de los mismos, programándolos a poder ser fuera de las horas de más calor.
Desde Soluciones Hidráulicas, la división de riegos de Viveros Poza, tenemos en cuenta todos éstos y muchos más factores, a la hora de realizar la instalación de un sistema de riego para cualquier instalación agrícola. Aportando soluciones acordes a las necesidades del cliente y óptimas para el cultivo.