El mes de enero no es un mes de excesivo trabajo en nuestro jardín, pero sí que podemos hacer algún trabajo e ir adelantando algún otro.
Entre los trabajos que debemos realizar es la poda de nuestros arbustos y árboles, ya sean frutales u ornamentales. Otro trabajo que se debe realizar es la retirada de brotes y malas hierbas. Si somos muy mañosos podemos picarlos con máquinas que hay para ese fin, mezclarlo con el césped que cortaremos alo largo del año y así crearemos con el tiempo un compost orgánico que nos aportara materia orgánica nuestro jardín.
Otra tarea que tenemos que hacer es la de plantar todo aquello que sea a raíz desnuda como arboles (frutales u ornamentales) arbustos, rosales…. Tenemos que planificar con una cierta lógica lo que vamos aponer en la primavera. Hay que hacer el mantenimiento de nuestras instalaciones: pintar celosías, revisar riegos, revisar los muebles del jardín así como los complementos…
Si tuviéramos un pequeño estanque con peces y helara o nevara, retirar la nieve para que llegara luz y si se formara hielo romperlo con cuidado para oxigenar el agua y sin asustar a los peces.
A partir de finales de enero es aconsejable empezar a abonar los árboles y arbustos, para que cuando despierten tengan la comida suficiente para cubrir todas sus necesidades. Si el invierno es seco también sería conveniente algún riego.
En febrero con la poda realizada, las malas hierbas quitadas, los árboles, arbustos, parras plantadas y abonadas, las faenas principales están realizadas. Tenemos que seguir preparando nuestro jardín para la primavera, sabiendo que y donde es lo que vamos a poner.
Las tareas de mantenimiento ya deben estar terminadas o casi, porque marzo es de mucha más actividad. Se puede aportar un poco de estiércol en las zonas que creamos oportunas y como ya va alargando el día hay que comenzar a dar algún riego a nuestro jardín.
Es pronto para plantar flores, plantas y hortícolas de temporada por el riesgo de heladas, por lo menos si no se hace en invernadero. Aun así, dentro del invernadero y según zonas también se pueden producir heladas nocturnas.
Respecto al césped si el invierno es seco hay que aportarle algún riego al que añadiremos una pequeña cantidad de abono para que despierte bien. Por el contrario si es húmedo, cuidaremos de que no haya zonas encharcadas y cuando haya buena humedad (después o antes de una lluvia) aportaremos una pequeña cantidad de abono cristalino (soluble).