No es nada nuevo el uso de flores en bebidas y platos, ya sea para decorar, aportar sabor, fragancia o color. Tes, ensaladas o helados ya contienen gran cantidad de flores, pero puedes utilizarlas a tu gusto. ¿Sabes cómo? Hoy vamos a ver cuáles podemos incluir y descubrir que nos aportan cada una.
Antes de comenzar, recuerda que no todas las flores son comestibles, y que han de lavarse antes de comerlas para eliminar posibles insectos o pesticidas.
El azafrán: Un clásico muy cotizado del que normalmente se utilizan los estigmas de la flor y que se caracteriza por su sabor amargo y su aroma.
La albahaca: Muy utilizada, puedes utilizar su flor y sus hojas para aportar su delicado sabor y colorido a tus platos.
Los Allium: Mas conocidos como ajos, puerros y cebollines, puedes utilizar sus flores para aportar su característico sabor y decorar el plato.
La Lavanda: Ideal para añadir sus flores tanto en platos dulces como salados.
El Hisopo de anís: Que como su propio nombre indica aporta sabor y olor a anís, pudiéndose utilizar tanto hojas como flores.
La Caléndula: Cuyas flores son ideales para sorprender con sus colores y su toque de sabor picante.
Los Cítricos: Las flores de Limoneros, naranjos y otros cítricos, aportan un aroma y sabor a cualquier planto o bebida.
La borraja: Sus flores darán un sabor muy similar al del pepino a nuestros platos.
El hinojo: Sus flores son muy recomendables para añadirlas a bebidas ya que aportan un sabor a regaliz muy agradable.
Existen muchas más opciones para nuestra cocina, como podría ser el eneldo, los lilos o las capuchinas entre otras. Solo tienes que probar y descubrir cual te gusta más.
¡Ven a por ellas!