Ya ha llegado la primavera y con ella el color a nuestro invernadero. Tenemos todo tipo de plantas tanto de interior para darle color a nuestra casa como exterior para dar color a nuestro jardín.
Entre todas ellas hoy os queremos a hablar de:
Gazania: Esta flor pertenece a la familia de las Asteraceae, y procede del sur del continente africano, aunque se adapta a la perfección al clima mediterráneo. Alcanza los 25 cm. de alto y su floración comienza en primavera y acaba a finales de verano.
Sus hojas son radicales, delgadas y de color verde plateado y son perennes. Sus pétalos, tienen la misma forma que los de la margarita común pero estos de mayor tamaño y los colores más frecuentes son el amarillo y el naranja, aunque también se muestran en amarillo brillante, bicolor (naranja/amarillo), bronce, amarillo con franja roja y mezcla de las anteriores.
La particularidad de sus flores se encuentra en que durante la noche permanecerán cerradas. Será durante el día, con la luz del sol, cuando despierten y dejen contemplar sus vivos colores.
En cuanto a su cuidado, debemos saber que necesita lugares cálidos, donde pueda aprovechar el sol. El riego no debe ser abundante, cada tres o cuatro días, aunque siempre le procuraremos una tierra húmeda. En espacios silvestres, la encontraremos creciendo en terrenos ligeros, arenosos y con un buen porcentaje de fósforo, por lo que intentaremos recrear este tipo de suelos para favorecer su desarrollo.
Tagete: pertenece a la amplia familia de las Compuestas y procede de México. Su época de floración natural se sitúa entre principio de primavera y mediados de otoño. La altura de la planta varía ligeramente entre sus distintas variedades pero en su conjunto puede ir desde los 20 a 50 centímetros.
Son unas plantas que requieren una exposición a pleno sol para que crezcan compacta y con abundancia de flores.
Las hojas son opuestas, pennadas, subdivididas en segmentos lanceolados o dentados y ciliados, con un cierto olor muy característico. Estas plantas poseen tallos bastantes robustos y muy ramificados. Sus flores están reunidas en capítulos en forma de pompón rizado, recordando en gran medida a las flores del clavel. Su floración es espectacular, con grandes inflorescencias de color amarillo o naranja.
En cuanto al cuidado estas plantas tienen que estar a pleno sol, no tolera la sombra intensa, se adapta muy bien a la costa marítima. El riego de ser regular, no copioso, aproximadamente tres veces a la semana. Al ser una planta con un largo período de floración, se recomienda eliminar los tallos marchitos y las flores secas para favorecer su crecimiento.
Ven a visitarnos y disfruta del color que tiene nuestro invernadero, ¡que ya estamos en primavera!