A todos nos encanta ver los jardines y terrazas llenos de color y vida. Las plantas trepadoras nos ayudan a crear esa sensación, ya que se extienden crecen y decoran muros, vallas, etc. Si además estas trepadoras son perfumadas, ayudaremos a disfrutar más de estas sensaciones.
Para alcanzar todo su desarrollo, las plantas trepadoras necesitan disponer de un volumen de suelo proporcionado. Por lo tanto, si plantamos trepadoras de gran envergadura, con la finalidad de cubrir un muro, una reja larga o una pérgola, lo mejor es colocarlas directamente en el suelo.
Se pueden cultivar también en grandes macetas pero el desarrollo de la planta estará limitado y habrá que aportarle mayores cuidados como un riego periódico, revisión de posibles plagas o enfermedades y aportes de fertilizantes. También será necesaria la poda para mantener el equilibrio entre la planta y favorecer una floración abundante.
Algunas trepadoras de flores olorosas son más adecuadas que otras para ser cultivadas en macetas o jardineras por ejemplo las de ciclo anual o las especies delicadas frente al frio como algunas variedades de jazmín, si estamos en una zona de clima riguroso. De esta forma se pueden recoger al interior en invierno o mantenerlas en invernaderos. En estos casos no podemos esperar el mismo desarrollo que en plena tierra.
No es fácil combinar trepadoras entre si, las distintas formas de crecimiento hacen difícil la poda y el mantenimiento. Sin embargo, se pueden combinar con otras plantas haciéndolas trepar sobre árboles o arbustos, plantándolas junto a un arriate de plantas vivaces o de plantas aromáticas y medicinales, entre otras muchas opciones.
Con las trepadoras también se puede formar un seto separado si las plantamos sobre la reja o el muro que rodea la finca. O también se pueden utilizar para cubrir taludes o colgar de un murete alto.
Ahora solo queda que comiences a plantarlas y a disfrutarlas.
